jueves, 10 de noviembre de 2011

Ciudad sin estrellas: Rápido, pero entretenido


Título: Ciudad sin estrellas
Autor: Montse de Paz
Género: Ciencia Ficción
Precio en formato físico: 19,50€
Precio en formato digital: 13,99€
                                                                



Después de un Apocalipsis nuclear del que apenas sabemos nada, la humanidad queda recluida en zonas seguras y selladas, aisladas unas de otras. En una de estas ciudades se sitúa la acción de Ciudad sin estrellas, donde su joven protagonista, Perseo siente una punzante curiosidad por saber qué mundo hay más allá de las murallas que circundan la zona. Sin embargo, descubrirá que esa pregunta entraña grandes peligros.

En esta obra, de Paz consigue describir con rápidas pinceladas una civilización de excesos y tecnología, donde la religión está prohibida. Aunque está aún a un trecho de poder considerarse un futuro cyberpunk, la autora ha sabido encontrar un futuro coherente con nuestro presente que se desarrolla con naturalidad y sin grandes descripciones. De hecho, es su estilo sencillo lo que caracteriza su obra, aunque esta es un arma de doble filo. Por un lado, vuelve la lectura fluida, pero por otro queda la sensación de que la acción pasa a demasiada velocidad y apenas nos queda tiempo para detenernos en los detalles. Los personajes, aunque bien construidos y diferenciados entre sí, sufren también las consecuencias de esa rapidez y dan la impresión de estar dibujados con brocha gorda –pero, ojo, insisto que no es así -.



Admito que no siempre soy fan de este lenguaje sencillo, y en este caso tiene un aire que es fácilmente asociable a la lectura juvenil. De todas formas, la historia es lo suficientemente interesante, y su tono me recuerda a la novela de Aldous Huxley, “Un mundo feliz”. Aunque más arriba ya os he escrito una pequeña sinopsis, el argumento gira ante las ideas del retorno a la naturaleza y la búsqueda de la verdad que, a veces, se torna en obsesión. Aunque a veces las escenas nos dejan algo perdidos –especialmente cuando el protagonista desaparece durante casi la mitad del libro- todo se encauza enseguida.
Por suerte para la historia, su final deja un buen sabor de boca, y sin duda es lo mejor de todo el libro.

Lo que quiero decir es que Ciudad sin estrellas no es, ni mucho menos, el libro de mi vida, pero sí es una interesante y entretenida lectura, recomendable sobre todo para un lector joven de entre dieciséis o dieciocho. Así que si queréis regalar un libro para estas navidades, este no está nada mal.